Para mi, este año que hoy termina es la conclusión de un periodo de cambios profundos, tanto a nivel físico como mental. Ha sido la materialización de cambios buscados y deseados por mucho tiempo, pero que se habían demorado porque en el fondo, no había tenido la fortaleza para enfrentar lo que implica salir de la zona de confort. Por esto, hoy quisiera compartir con ustedes algunos de los aprendizajes que me dejó este año, seguro de que muchos de ustedes mis amigos han pasado o están pasando por procesos similares, y que al compartir estas experiencias (las mías, y las suyas), podamos acelerar nuestro proceso de aprendizaje y hacer que los cambios que queremos lleguen más rápido, lleguen más fácil y que al llegar, nos generen más satisfacción y menos miedos:
Algunos aprendizajes importantes, fueron:
- Muchas veces queremos los cambios, pero no queremos salir de la zona de confort: Cambiar significa salir de la zona de confort, y cualquier deseo de cambiar, debe llevar implícito el deseo de afrontar lo desconocido, de adentrarse en terrenos en los que nunca hemos estado y buscar el disfrute de lo nuevo, del desasosiego de sentirse sin saber lo que se hace, de ser vulnerable; en síntesis, de abandonar aquellos pilares que hacen fuerte el Ego y redescubrir la vulnerabilidad que nos hace humanos, que al final, es la fuente principal de la evolución y, por ende, del progreso. El miedo de lo desconocido puede ser nuestro más grande freno o el más grande motor, dependen de cómo lo afrontemos; solo podremos desarrollar capacidades sobresalientes cuando afrontamos los miedos, los entendemos y deseamos conscientemente superarlos, sin detenernos a pensar en el como y sin desgastarnos en el porque de los mismos, solo con el deseo absoluto de superar los miedos y alcanzar los tesoros que se esconden más allá de nuestros temores. Sentirse vulnerable y salir de la zona de confort es la única forma de crear nuevas habilidades y fortalezas y, por ende, de evolucionar. Por eso, para poder cambiar, hay que también desear el miedo de sentirse fuera de la zona de confort y disfrutar el cambio, como principio generador de nuevas habilidades que aceleran la evolución.
- Los sueños deben ser claros y debemos tenerlos en nuestro consiente e inconsciente: Muchas veces no alcanzamos nuestros sueños simplemente porque no los tenemos claros, dudamos de ellos y nos dejamos confundir. En la sabiduría del Universo, nuestro inconsciente se hace cargo de la mayoría de las decisiones que nuestro cuerpo y nosotros mismos tomamos: respiramos sin darnos cuenta, nuestros órganos operan sin nosotros saberlo, nuestros sueños se generan en la mayoría de los casos sin nosotros programarlos, y todo esto pasa gracias a nuestro inconsciente. Lo que no tenemos claro algunas veces es que nuestro inconsciente se alimenta de nuestras dudas, temores, miedos y frustraciones, y asume estos como las órdenes para operar y los objetivos de lo que debe buscar. Más allá de cualquier ciencia esotérica, es la ciencia física que dice que de todos los impulsos y estímulos que pasan a nuestro alrededor, nuestros consciente solo percibe un 1%, es decir, el 99% de lo que pasa a nuestro alrededor pasa inadvertido para nuestro ser consciente, por lo que nuestro inconsciente se vuelve el filtro que nos permita captar aquellas cosas de nuestros alrededor que van a llamar nuestra atención, que serán nuestra realidad y que, de alguna forma, veremos como oportunidades. Así, es clave programar nuestro subconsciente para que identifique todo aquello que queremos alcanzar y que son nuestras metas y sueños, a través de afirmaciones claras e imágenes mentales precisas de cómo queremos nuestros futuro y como queremos vivir nuestras vidas. Más que magia, veremos el ser (consciente y subconsciente) interactuar con el exterior, o campo de infinitas posibilidades, para traernos y hacernos visibles aquellas oportunidades que estamos buscando.
- Los sueños deben buscar más que cosas materiales: Aunque parece cliché, los sueños basados solo en cosas materiales son muy cortos y pensar solo en estos representa una gran perdida de oportunidad como seres humanos. Nuestro potencial es gigante, y en la mayoría de los casos, todos nosotros desgastamos nuestras vidas buscando el sueño que nos han hecho creer que es el objetivo de la vida: Casarse, tener una casa, un carro, una segunda casa en la playa y, cuando todo eso se logra, hacer un “upgrade” de todo y buscar una casa mejor, un carro mejor…. En un ciclo infinito de nunca parar y de nunca alcanzar lo deseado. Por eso, para poder alcanzar sueños grandes, debemos hacernos preguntas grandes y buscar de verdad entender la razón de porque estamos aquí, para que estamos aquí, cuestionando el estatus quo de la sociedad y todas las lecciones que nos han enseñado como la “vida normal”. Sin alcanzar este nivel de crecimiento, nunca podremos salir de la falsa vida ideal que nos han vendido y tomar las decisiones adecuadas para nuestra vida. Sin preguntarnos y cuestionarnos el porqué de la vida, nunca podremos salir del ciclo descendente de desear, comprar, deber y tener que trabajar como esclavos para pagarlo. Sin cuestionar nuestras enseñanzas religiosas, nunca cuestionaremos la validez de la teoría de Adán y Eva y el pecado original que nos hace vivir en deuda con alguien, que no sabemos quien es, y con culpa, sin saber porque, creyendo que debemos sufrir por algo que alguien hizo y sin entender claramente que debemos hacer para redimirnos. Este cuestionarnos y buscar la verdad de la vida es lo único que nos puede hacer libres y, por ende, nos permita tener sueños grandes que nos aseguren la verdadera felicidad: Encontrar en nuestro interior la libertad de ser quien queramos ser, de sabernos dignos de recibir todo aquello que queramos y de trascender más allá del deseo material personal, buscando la evolución y la libertad de todos los humanos. Este dicho momento además, por adición obtendremos también la libertad económica que nos permitirá tener, como valor agregado, todas aquellas cosas que podemos disfrutar, ya sin ser esclavos de ellas ni depender nuestras vidas de un trabajo que permita vivir para pagar aquellos que tenemos y que a duras penas tenemos tiempo para disfrutar.
- Dentro de nuestros deseos y sueños, debemos tener en cuenta el Vivir, no solo el subsistir: Nuestra sociedad glorifica el estar ocupados y esclavizados sin tener tiempo para vivir. En nuestra sociedad, honramos a aquellos abnegados hombre que buscan trabajar y trabajar, abandonando su propia vida, sus familias, sus sueños y sus hobbies por la búsqueda de quimeras u objetivos quijotescos que no buscan sino la glorificación del Ego y, que al final, lo único que hacen es dejar hombres desgastados, en soledades profundas aunque estén rodeados de gente, con sueños inconclusos y frustraciones profundas. Yo, prefiero el tener sueños que busquen mi crecimiento, el compartir con otros y que a la vez, me permitan alcanzar el disfrute de Esta Vida, la única que tengo, y la única que puedo disfrutar. Ya no sueño con tener millones de dólares en una cuenta bancaria, viendo la vida pasar desde una rascacielos en alguna ciudad gigante del mundo, soñando con 5 días de vacaciones al año donde pueda salir a gastar como loco aquello que no puedo hacer gradual durante el resto del tiempo. Hoy prefiero tener cosas materiales si, pero acompañadas del tiempo para disfrutarlas, de los amigos para gozarlas, de la familia para compartirla y de la salud y ganas para poder vivirlas. Al final, parece que se nos olvida que aquí estamos es para vivir, y no para conseguir o acumular (dinero, logros, títulos, éxitos, etc.) cosas que, sin el tiempo suficiente y sin la paz mental que nos permitan su disfrute, se vuelven solamente lastres que llevaremos a la otra vida, como regalos que dejamos sin abrir y que nos perseguirán a donde vamos, con el remordimiento de la vida perdida y las oportunidades derrochadas por la búsqueda infinita de tener, y no de ser y disfrutar, que al fina es la síntesis de la existencia.
- Por último, Soñar significa buscar y estar preparado para encontrar: Así, si soñamos solo con lo conocido, nuestros sueños se quedaran muy cortos, ya que estarán limitados por nuestras propias barreras mentales y por el limitado conocimiento del mundo que tenemos. Si los sueños son el motor de los cambios, nuestros cambios estarán limitados por la capacidad que tengamos de soñar y si, nuestros sueños están limitados por nuestros conocimientos y experiencias, el compas de cambios y crecimiento en nuestras vidas estarán limitados por aquello que conocemos y que al final se convierte en nuestra realidad. Para alcanzar grandes cosas, se debe buscar lo desconocido, se debe adentrar en aquello que se ha mantenido más allá de nuestro alcance, ya que es esa la única forma en la que constantemente ampliaremos el compas de nuestras vidas, llevando los sueños a un nivel superior, adentrándonos en aquello que desconocemos y que está por fuera de nuestra realidad perceptual, expandiendo nuestros niveles de conciencia y, por ende, alcanzando sueños, que a la vez se convertirán en acciones y que luego serán logros o experiencias, las cuales serán en dichos casos realmente sobresalientes y, aunque para muchos parecerán magia o no alcanzaran a entender como se alcanzaron, para aquellos que se arriesguen en buscar más allá de sus límites, serán solo el reflejo de su valor por salir de la zona de confort, de tener ideas claras y visiones especificas de sus metas, de tener un deseo real por preguntarse la razón de la vida misma, por disfrutar de sus sueños y por apuntar con ellos a las estrellas. Es allí donde se construyen las grande cosas, se forman los grandes hombres y las grandes empresas y se hacen hombres felices, íntegros y en proceso de evolución.
Gracias a esto, puedo decir que este año fue para mi un año maravilloso, que me permitió soñar y alcanzar muchas cosas que hoy quiero compartir y agradecer: Gracias por un año de matrimonio maravilloso, que hoy nos permite tener una hija que está llenando nuestra vida de luz; Gracias por un trabajo retador y placentero, que me permite soñar y crear, así como compartir con gente excepcional que me reta y que sueña conmigo en trascender; Gracias por una familia que crece y se consolida, y a la que cada vez quiero más al entenderla y dejarla ser, sin quererla controlar; Gracias a los amigos, a quienes cada vez entiendo mejor, quiero más y deseo crecer y compartir mucho más con ellos; Gracias a todos lo que se cruzaron en mi camino este año, a quienes recuerdo con gratitud sin importar si nuestro encuentro duró meses o minutos y por último, gracias a la vida y a la Fuente por la claridad que me regaló este año, por el conocimiento y por la luz y, más que nada, por la Vida, fuente y oportunidad para la creación de todo aquellos que seamos capaces de soñar!
Un muy feliz 2017 para todos!
Super consejos Juan para empezar este año ’17 lista para los nuevos retos!!!! Mil grcs!!!!! Analu