Pocos nos imaginamos que en un día cualquiera, justo cuando nos sentimos mejor y mas cerca de nuestras metas, alguien de forma inesperada nos pueda dar una noticia que nos cambie el rumbo de la vida para siempre. Y así de improbable e inesperado, como cuando llega una tormenta en día de verano, me dieron la noticia de que tenia una enfermedad en el corazón, potencialmente mortal. Allí mismo, como en los thrillers, empezó un camino lleno de señales y milagros que hoy quisiera compartir con ustedes.
Como todas las grandes historias, la mía comenzó con una tragedia que se convertiría en bendición, y es que luego de sufrir COVID y buscando tener todo bajo control, busque hacerme tantos exámenes como fuera posible, solo para descartar cualquier daño colateral y asegurarme que, como siempre lo buscaba, tenia la vida bajo control y que podría seguir soñando y planeando a largo plazo, postergando la felicidad y los planes para un día futuro cuando fueran las circunstancias adecuadas, el mundo estuviera en la posición correcta o todo finalmente encajara en su lugar. Los exámenes salieron todos bien, excepto por un “hallazgo accidental”, no menor, en mi aorta ascendente que requería el considerar de urgencia una cirugía de alta complejidad. Ahí empezó el caos, las preguntas, el miedo, la zozobra y el temor de saber que en verdad, no tenemos nada bajo control. Eso que siempre buscamos, que creemos alcanzar con estudios, ahorros, trabajo o experiencia, no es mas que una mera ilusión, tan temporal y tan obvia que es poco evidente para todos; creemos que tenemos la vida bajo control pero, en verdad, lo único que tenemos es la ilusión de creer, vagamente, que tenemos control sobre algo que es de por si impredecible, desconocido y a la vez, mágico. Y si, mágico, porque de entre todas las probabilidades del mundo, me tenia que dar COVID a mi, que llevaba meses encerrado con mi familia huyéndole al virus, el cual encontró el menor espacio para entrar y contagiarme y, con eso, salvarme la vida.
De ahí en adelante fue un proceso de asimilar, entender, leer, escuchar y decidir, lo que no es fácil. Cuando te dicen que te puedes morir, todo cambia y las decisiones que tomas alcanzan otra relevancia, otro nivel y esto lleva a que se te despierten mas los sentidos, los sentimientos, los recursos. Buscas, hablas y confías, sabiendo que lo que esta en juego es tu vida y el placer de ver a tu esposa y a tus hijos cada día. Tomas responsabilidad de tu vida, de tus decisiones y de tus actos, y los enfrentes con otra visión, con otra actitud, como quien sabe que de eso dependerá el poder sentarse a conversar con su esposa, jugar de nuevo con sus hijos, acariciar al perro o tomarse de nuevo el café de la mañana. Y ahí, en ese momento entiendes un poco mas lo que es la vida y si, entiendes también los errores que has cometido, las energías que has desgastado y los esfuerzos titánicos que has hecho que hoy claramente a la luz de las nuevas circunstancias, se ven banales. Así también enfrentas la incertidumbre de saber si vas a vivir para contar la historia o no y entonces, la vida adquiere una nueva claridad y el significado de la misma aparece mas evidente que nunca, lo que parece a la vez una contradicción porque, en el momento de mayor dolor y temor por tu vida, es como si ella misma te diera el regalo mas importante de mostrarnos cual es su esencia y revela allí sus fibras mas secretas y mas protegidas que le dan sentido a esto que nos pasa día a día y que llamamos un poco a la ligera vida, porque no es la vida, si no TU vida la que pasa en frente de nuestros ojos.
En esos momentos, la vida nos revela las cosas que ya tantos otros han mencionado en momentos como estos: la poca importancia de las cosas materiales, el ego, los triunfos, etc., pero quiero enfocarme en algunas otras cosas mas sutiles que me revelo a mi la vida misma en esos momentos y que quisiera poder compartir con ustedes:
- Y la familia es al fin todo: Aunque nos lo han dicho mil veces, solo en esos momentos se entiende la importancia real de la familia, ya que es ella la que esta a tu lado en cada momento de estos procesos. Los pensamientos contantes son el que no te quieres perder el ver crecer a tus hijos, o el envejecer al lado de tu esposa. Piensas de corazón el querer estar ahí para ellos, acompañarlos en sus estudios así sea llevándoles la comida en las noches cuando tengan que estudiar incansablemente, o cuando terminen con sus novias poder acompañarlos a llorar, o verlos casar y formar sus hogares… en resumen, verlos crecer y ver la vida pasar desde un sofá confortable, viviendo con ellos todo lo que se tenga que vivir, lo bueno y lo malo, lo bonito y lo feo, pero allí con ellos. Ver a tus viejos crecer y acompañarlos en su proceso de envejecer, crecer junto a tus hermano y amigos y entender mejor esto que se llama vida. En resumen, lo que mas se piensa en esos momentos es querer tener mas tiempo para estar con esos que amas y ver pasar la vida a su lado.
- Empiezas a pensar en como has gastado tu vida y en que quisieras hacer si tienes la oportunidad de vivir de nuevo: La mayoría de nuestras vidas las vivimos por inercia, dejándonos llevar por la fuerza natural que nos pone oportunidad tras oportunidades y que de una forma inteligente o no, va trazando nuestro destino y, aunque muchos como yo hemos tratado de torcerle el cuello al destino y escoger en detalle lo que hacemos y como lo hacemos, siempre el azar ha jugado un papel importante en cada paso que damos, lo que nos lleva a pensar en momentos como este en si ese lugar donde estamos hoy, que incluye lo que hacemos y en lo que invertimos nuestro tiempo y nuestro esfuerzo, es o no el lugar donde siempre habíamos querido llegar. Empiezan de nuevo los sueños juveniles de lo que hubieras querido hacer, de cambiar el mundo, o al menos, recorrerlo y sentirlo y gozarlo en cada minuto. No creo que nadie en momentos como este hubiera querido estar trabajando mas horas, o dedicando mas tiempo a metas y proyectos que significan muy poco para ellos o que, por el contrario, desangran sus vidas en monotonía y estrés. No, todos pensamos en nuestros sueños y lo que haríamos si tuviéramos esa segunda oportunidad.
- Empiezas a creer en la magia de nuevo: Y entonces, de repente, empiezas a creer en que la magia puede ser real, y que los milagros existen, y que dios de nuevo se acuerda de ti, y que la vida empieza de nuevo a cobrar esa dimensión nueva y desconocida que olvidamos hace tanto tiempo cuando nuestra mente racional nos convenció de que todas esas cosas no eran posibles, y que lo único que podía existir era aquello que podías explicar y entender con tus sentidos limitados. Y empiezas a ver pequeñas sincronicidades, y te encuentras gente nueva que te ayuda, y alguien desconocido te conecta con alguien mas que te ayuda a encontrar respuestas y, de repente, estas rezando y creyendo de nuevo y esperando un milagro que te ayude a salir de esa situación donde estas y que te permita vivir de nuevo. Y, poco a poco, si vives bien el proceso, empiezas a ver magia, y milagros, y gente nueva en tu vida, y noticas maravillosas que hacen que el proceso, duro y complicado como es, se atenúe y nos devuelva la fe y la esperanza.
- Empiezas a extrañar un sentido mayor de comunidad: En mi caso, empecé a extrañar un sentido de comunidad, un sentido de un grupo extendido mas allá de solo la familia y amigos cercanos, en donde pudieras compartir, ayudar y nutrirte de un circulo mas grande del que siempre en mis últimos años me había rodeado. Entendí que en una ciudad y en un mundo tan grande, vivimos tan aislados, que es triste ver las oportunidades de conocer, de vivir y de apoyarnos que perdemos por el simple hecho de querer vivir de forma independiente, sin acordarnos que somos seres sociales por naturaleza y que la mayoría de nuestra historia como raza la hemos soportado gracias al apoyo justo de esa comunidad, que nos ayuda, nos apoya, nos conforta y nos soporta para movernos en este mundo. Sentí tristeza al ver que en la mayoría de los casos esto lo cambiamos por el Ego, el querer tener o ser más que el otro, el compararnos y ver que somos mejores, más prósperos o mas exitoso que otros, sabiendo en el fondo que de forma individual, somos muy poco. Extrañé, de algún modo, pertenecer a una comunidad o a un grupo que me ayudara y al cual ayudar.
- Por ultimo y no menos importante, extrañe el haber dejado de sentir emoción en mi vida: Por algún motivo, empecé a recordar todas esas cosas que me daban profunda emoción y que por alguna razón deje de hacer en el camino: jugar futbol en un día de lluvia, caminar por la calle en una día de verano en Medellín sin ninguna afán, sentarme a comer un helado en la calle a ver pasar la gente, tomarme una cerveza con los amigos, cantar, cocinar, bañarme en un río, leer y escribir poesía, soñar con proyectos quijotescos y tantas otras cosas que me llenaban de emoción y que en el camino deje de hacer, no se muy bien porque. Y no es que ahora no haga cosas que me dan profunda emoción también como jugar con mis hijos o estar con mi esposa, si no que recordé ese sentimiento único, casi juvenil, de sentir gozo en el hacer tantas cosas, que me prometí que si salía al otro lado, los volvería a vivir.
Hoy aquí, desde el otro lado, puedo decirles que esta nueva oportunidad que me da la vida, espero poder gozármela al máximo. Se que muchas cosas cambiaran, pero aun no se cuales ni como, solo se que veré la vida a partir de hoy como un milagro y hare honor a este milagro viviendo a profundidad, con responsabilidad, con gozo y buscando la felicidad absoluta en todo lo que haga, sea lo que sea1). Les agradezco este espacio que me han dado en sus vidas para compartirles mi experiencia y espero convertir este blog en un medio para contarles las nuevas aventuras y cambios que toda esta experiencia pueda traer en mi vida2).
- Para los que se pregunten como salió todo, fui operado el 12 de enero en una cirugía que se extendió por mas de 10 horas y que, gracias a la destreza de los cirujanos y a los milagros de la vida, salió perfecta. Hoy estoy en casa, con mi esposa y con mis hijos, recuperándome y planeando las mil aventuras que viviremos juntos a partir de esta segunda oportunidad.
- Entiendo que nadie aprende en cuerpo ajeno, por lo que no espero que mi experiencia personal cambie a nadie…. Lo que si quisiera es que pudieran tomar algún elemento de esto que les comparto y que les resuenen y que pudieran usarlo para cambiar para bien en algo sus vidas, con eso me sentiré mas que feliz