Principio para poder liderar a otros: Creer en la causa y el objetivo común

Si no puede decir a tus colaboradores “sígname”, y creerlo de corazón, entonces, usted tiene un problema, un gran problema.

Bill Hybels

Recuerdo estar sentado en un Starbucks, sobre Sunset Boulevard en Los Ángeles, California. Un par de días antes, habíamos logrado recaudar una inversión de capital de varios millones de dólares para la Start-up en la que habíamos venido trabajando los últimos meses después de haberme graduado de la Maestría en Negocios de Stanford. Esa semana había volado a Los Ángeles en avión privado desde South Lake Tahoe, después de unos días de estar esquiando allí. Mi socio había ordenado un Porsche GT3 directo a la fábrica, el cual venía con un tour previo por las Autobahns Alemanas. Yo, aunque no tenía un centavo, la promesa de riqueza futura me estaba haciendo pensar en que yo también debería comprar un Porsche de estos. Ese día, el sitio de internet que estaba co-creando alcanzó una nueva meta, entrar entre los 100 sitios más visitados de todo el planeta. Una hazaña asombrosa teniendo en cuenta que existía más de 1 billón de sitios activos en internet. A pesar de todo esto, ese día en ese solitario momento en Starbucks, me sentía más vació y más desesperanzado que nunca.

A estas alturas, todos estarán preguntándose de que era este famoso sitio de internet para crecer tanto. El sitio lo compramos a un joven de Malasia, que con 20 años, vió una oportunidad gigante al crear un “copy cat” de Youtube. El sitio se había vuelto principalmente para “mayores de edad” (NSFW). Mi nueva mentalidad de recién graduado de una prestigiosa universidad, me llevó a buscar el dinero y la promesa de libertad que esto traía, sin importar mucho cual era el sitio de internet, su audiencia, su finalidad o si tenía o no, un objetivo mayor. El sueño de mi libertad económica personal era suficiente promesa y objetivo, pensaba al inicio del proyecto. Pero ese día, al ver la gente pasar por Sunset Boulevard, y ver varios niños caminar, me di cuenta que nada en mí, compartía ni los objetivos, ni las metas que este sitio representaba. El reto tecnológico y la ambición desparecieron en ese mismo momento. Solo una idea pasaba por mi mente: “¿podría decirle a mis hijos o a mi familia como había hecho mi fortuna?”, no podría, sentía vergüenza por lo que hacía. Ese día, de forma consiente e inconsciente inicie un camino largo y doloroso, que me llevo a renunciar después de 6 meses de ser parte de este proyecto, a perder las acciones y el dinero que había invertido en el mismo; eso, sin hablar de los sueños de riqueza, de jubilación a los 40 años o de la libertad económica que tenía. El gran problema fue que inicie un proyecto en el cual no creía, el cual chocaba de frente con mis principios personales, con mis convicciones y con lo más profundo de mí ser. No había nada malo en el sitio, ni en el negocio, ni mucho menos nada ilegal. Pero mi ser interior no resonaba con el proyecto, sus objetivos y metas.

Esto me permitió aprender una de las mayores lecciones de mi vida: para liderar y para crear algo, se debe creer profundamente en lo que se hace; el objetivo supremo del negocio debe estar alineado con los principios básicos de nuestro ser, sin importar cuáles sean. Si no, estaremos siempre en una lucha constante con nosotros mismos, y esto generará tanta tensión interna, que nos quedará imposible liderar y movilizar a otros.

Un ejemplo claro es de esto es la diferencia entre los ejecutivos de R.J Reynolds Tobacco Company and Philip Morris. R.J. Reynolds era la compañía detrás de marcas poderosas de cigarrillos como Kool y Camel, in embargo, sus ejecutivos no se sentían orgullos de sus productos y empezaron un proceso de diversificación de su negocio que los llevó a adquirir Nabisco Brands Inc. en 1986 por un monto de $4.9 Billones de dólares. Adicionalmente, realizaron inversiones en empresas petroleras, flotas de buques de carga, etc. Este proceso de diversificación llevo a la pérdida de valor de la compañía, que terminó en la toma hostil por parte de Kohlberg Kravis & Roberts (KKR), tal como lo describe John Helyar en su libro “Barbarians at the Gate: The Fall of RJR Nabisco”1).

Por el contrario, los ejecutivos de Philip Morris eran fumadores empedernidos, dispuestos a luchar por el derecho universal a fumar. En lugar de diversificar sus negocios, emprendieron un camino de crecimiento e inversiones enfocado en productos dedicados a satisfacer algún tipo de adicción: Marlboro para los adictos al cigarrillo, Toblerone para los adictos al chocolate oscuro, y múltiples marcas de vino, entre muchos productos. La empresa reflejaba la creencia y forma de vida de sus ejecutivos, quienes creían en la libertad personal para deleitarse con estos productos.

El resultado de esta diferencia de actitud de los ejecutivos salta a la vista. Hoy, Philip Morris tiene una Capitalización Bursátil2) de U$143 Billones y más de 87.000 empleados. Por el contrario, R.J. Reynolds, después de ser renombrada como RJR Nabisco, fue comprada por el fondo de capital privado KKR en 1988.  En 1999, la compañía se dividió en dos y el negocio de tabaco fue escindido y la compañía re-nombrada como Nabisco Holdings Corporation. En el año 2000, Philip Morris compró Nabisco Holdings. Hoy, Reynolds American Inc., principal accionista de R.J. Reynolds tiene alrededor de 4.000 empleados y una capitalización de mercado de U$ 25 Billones, un 17% del valor de mercado de Philip Morris. Todo esto debido a que sus ejecutivos no estaban orgullosos de producir cigarrillos y alcohol!

Para liderar de forma efectiva y exitosa, los objetivos de la compañía deben estar alienados con los objetivos personales de su líder, no solo en el tipo de productos, sino en la meta que quieren alcanzar, en los valores que quiere implementar y en la visión que quiere materializar. Si no te gusta la industria donde estás, nunca podrás ser un gran líder. Por esto, es necesario escoger donde se va trabajar, que se va a fundar y que causa vas a liderar. Si esta gran meta no resuena con tu ser interior, es imposible hacerlo bien, porque  inconscientemente estarás luchando en tu interior contra las metas que quieres alcanzar y estarás saboteándote constantemente.

Para poder liderar, la causa común te debe hacer vibrar, no importa si es hacer suelas para zapatos, confites o pinturas para casas. Es descubrir que tu interior resuena con esa causa y, que los objetivos de la Compañía están alineados con los tuyos. Sigue adelante liderando esa causa que es a la vez la tuya misma. Si por el contrario esta causa no está alineada con la tuya, es el momento de tener la valentía para buscar lo que resuena con tu propio ser y dejar el resto atrás.

Y sobre la Compañía de internet?, bueno, mi socio la vendió después de 5 años por U$ 175 millones, pero yo gané el poder dormir cada día con la conciencia tranquila y en paz, y el poderle decir un día a mis hijos que por ellos y por ser quien verdaderamente soy, fui capaz de dejar todo eso y escogí vivir buscando mis verdaderos sueños, mi propia causa que pueda liderar y ayudar a construir.

Juan Felipe Arango

Twitter: @arago_juan

1)     “Barbarians at the Gate: The fall of RJR Nabisco”. Bryan Burrough and John Helyar. .

2)     Capitalización Bursátil = Market Cap. Número  de acciones en circulación por el precio unitario de la acción.

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