Que tan firmes son tus sueños?, Si son muy firmes, piénsalo dos veces.

“Sea firme en los principios, pero flexible en los métodos” Zig Ziglar

 

Es curioso como cada uno de nuestros sueños y metas cambian y evolucionan con el tiempo. Estas metas no son rígidas, ni fijas en la mayoría de los casos, sino que van adaptándose a nuestras realidades y experiencias. En mi caso, mis metas y sueños han evolucionado a la par de los sitios donde he vivido, las personas que he conocido y las experiencias que he tenido.

De querer ser astrónomo cuando pequeño, pase a querer ser médico en la Secundaria, hasta una desafortunada autopsia que presencia y que me enseño que no tenía ninguna probabilidad de trabajar como médico por la impresión que aquello me causó. En la universidad quería ser ingeniero y posteriormente, en mi primer trabajo, encontré mi primera pasión: ser trader de energía y gas. En este punto, mi sueño era ser el mejor trader y tenía claro que esta era la carrera que quería seguir. Posteriormente, al tener la oportunidad de trabajar con un gran líder en una empresa del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), deseé escalar en este Grupo y llegar a ser Vicepresidente o Presidente de una de sus empresas.  De nuevo, quería ser lo que conocía y mi visión del mundo dictaba hasta donde quería llegar. Después de esto, inicié el proceso largo y complejo de aplicar a las universidades en Estados Unidos1). En este proceso empecé a conocer nuevas carreras, expandir mis horizontes y comencé a desarrollar una pasión por Banca de Inversión y Fondos de Capital. En ese momento, el sueño empezó a llamarse “Goldman Sachs” y soñaba con algún día poder trabajar como banquero o gestor de fondos para esta firma. De igual forma, mis sueños de carrera fueron evolucionando de acuerdo a la evolución de mi visión del mundo. Luego conocí el emprendimiento, la tecnología, y bueno, mis sueños fueron evolucionando acorde con cada nueva oportunidad que tenía de experimentar y vivir.

Hoy, mi sueño está mucho más claro, y aunque sé que va a cambiar y se adaptará a lo que vaya conociendo y experimentando, sé que en general gira alrededor de tener impacto y cambiar las reglas del juego en todo lo que hago. Sea desde las Empresas, desde consultoría o desde la gestión de fondo, el sueño es identificar aquello que otros no han visto aun, desarrollarlo e implementarlo y cambiar así el panorama competitivo, buscando el bien y el desarrollo de todos. Tengo clara la meta final, pero estoy cada vez más flexible en los “cómos” para llegar allá, ya que he descubierto que no hay “un solo camino”, sino múltiples caminos que me permiten cumplir ese sueño.

Este proceso me ha permitido aprender algunas lecciones.

La primera es que es muy difícil soñar con lo que no se conoce. Al inicio de mi carrera como ingeniero, no hubiera podido soñar con Goldman Sachs, simplemente porque no lo conocía; ni tampoco al comenzar la Maestría en Stanford hubiera podido soñar con construir una empresa de Internet, porque nunca lo había vivido. En las empresas pasa lo mismo, ya que es muy difícil que establezcan como meta un horizonte que desconocen. Esto implica adentrarse en lo desconocido e identificar como podría verse el futuro, para saber cómo posicionarse en él. Por esto, creo que una de las principales responsabilidades de un líder es identificar este norte desconocido, a través de un entendimiento superior de las tendencias de las industrias, los mercados, las economías y los gustos y necesidades de los consumidores. Un ejemplo claro de esto fue Darwin Smith, CEO de Kimberly Clark, quien decidió vender las plantas productoras de papel (Mills). Estas “Mills” permitían producir los papeles recubiertos, que eran y habían sido por más de 100 años la principal fuente de ingresos de la compañía. Darwin entendió primero que todos, que para ser exitosos en el futuro, deberían decidir dónde ubicarse en la cadena de valor. Él y su equipo decidieron que querían ser los mejores en la producción, comercialización y venta de productos de consumo masivo de papel, lo que implicaba renunciar y vender estas “mills”. Esta visión estratégica fue consecuencia de un entendimiento único de las tendencias del futuro, que les permitió posicionarse mejor que todos sus competidores.

Otro ejemplo de este tipo de visión fue la que tuvo Samuel J. Palmisano, CEO de IBM, al vender el negocio de Computadores Portátiles (PC´s) en 2004. Esto, sumado a la compra de la División de Consultoría de “Price Waterhouse Coopers” en el año 2002, le permitió a IBM enfocarse en el desarrollo de un nuevo modelo de negocio enfocado en la innovación, la solución de problemas a la medida para sus clientes y la venta de equipos de alto valor como servidores y otros. Por el contrario, HP tomó la decisión de fusionarse con Compaq, compañía enfocada en el negocio de PC´s. El tiempo mostraría los resultados de estas dos visiones antagónicas. Hoy IBM alcanza una Capitalización Bursátil de U$217 Billones, mientras que HP alcanza una Capitalización Bursátil (“Market Cap”) de tan solo U$6,89 Billones. Esto es, IBM vale 31 veces más que HP.

La segunda lección es que en un entorno cambiante, nuestros sueños son y deben ser cambiantes. Cada día, los cambios en el mundo, los negocios y la economía se dan con mayor rapidez, lo que nos obliga a repensar los sueños, las metas y los puntos de llegada, con el fin de adaptar también nuestras estrategias para llegar allí. Una meta muy rígida nos mantendrá luchando por alcanzar algo que ya no es posible; por el contrario, una meta poco clara y ambigua nos mantendrá en un constante ir y venir, sin tener claro el punto de llegada. Un ejemplo de esto es la evolución de los Bancos de Inversión a nivel mundial en la década pasada. Antes de la crisis financiera del 2009, los Bancos de Inversión buscaban tener alcance global, con participación en múltiples negocios, incluyendo “Proprietary Trading”, Fondos de Capital Privado, etc. Después del descalabro de Lehman Brothers y el surgimiento de múltiples regulaciones alrededor del mundo, los Bancos de Inversión cambiaron su estrategia, alejándose de las ambiciones de crecer en tamaño a través del apalancamiento2) y la toma de riesgo, y enfocándose en mantener operaciones rentables, de riesgo más controlado. De este modo, JP Morgan se enfocó en desarrollar su brazo de Banca Comercial, con el fin de generar flujos de caja más estables en el futuro y así reducir su riesgo. Hoy pareciera darse un nuevo cambio en esta tendencia, con Bancos de Inversión como Goldman Sachs tomando posiciones de mucho más riesgo en los mercados bursátiles. Esto es, un cambio en las tácticas (en los “cómos”), conservando siempre el objetivo claro (el “Qué”) de generar los mejores resultados financieros para sus accionistas y para sus empleados, claro está.

En mi vida, aplicar estas dos lecciones simples me ha permitido entender que para poder soñar, debo tratar cada vez de conocer más, de expandir mis experiencias, de explorar, de viajar, de vivir; porque estoy seguro que podré conocer grandes cosas que me apasionen y hagan que esos sueños cambien, tomen diferentes formas y nombres, pero siempre conservando esa característica común de que me permitan cambiar las reglas de juego, tener impacto y mejorar la vida de otros.

Por otro lado, me han permitido estar atento, viviendo en el hoy, porque esas nuevas áreas, esos nuevos sueños están dando vueltas a nuestro alrededor en el hoy (aquí y ahora), solo esperando que nos demos cuenta de ellos y los adoptemos como propios.

Como han evolucionado tus sueños? estás listo para adaptarte a los nuevos sueños y circunstancias y seguir explorando para encontrar tus pasiones?

Juan F. Arango

Twitter: @arango_Juan

1)       Según los expertos, cuando se aspira a una Maestría en los Estados Unidos, se debe aplicar como mínimo a 5 universidades: Dos “long shots”, dos “medias” y una “segura”. En mi caso fueron: Stanford, Wharton, Darden, U. Michigan y UT Austin.

2)     Apalancamiento: Es un indicador del nivel de endeudamiento de una organización en relación a sus activos o patrimonio. Este indicador mide hasta qué punto está comprometido el patrimonio de los propietarios de la empresa con respecto a sus acreedores.

Ser líder de verdad exige liderar desde el alma, es decir, desde lo mejor de cada uno de nosotros

“Usted debe encontrar el lugar dentro de usted mismo, donde nada es imposible”

Deepak Chopra

 

Todos tenemos el recuerdo de un lugar y un momento de nuestras vidas en donde nos sentimos lo más cerca posible de ser quienes realmente creemos ser. Si cierra sus ojos y piensa en un momento de paz interior, aceptación de sí mismo y sentido de plenitud, encontrará ese momento y ese sitio donde estaba más cerca y se sentía más confortable con quien realmente es.

Ese lugar para mí se llama el “Empire Tap Room” en Palo alto, CA1). Aún recuerdo cuando me sentaba un par de noches por semana en la barra, solo, a tomar una cerveza Stella o un “Grey Goose con Soda” y sentía que TODO era posible. Desde ese lugar, podía ver quien era yo, y esa claridad me hacía sentir que todo era posible, que podía tomar cualquier decisión o emprender cualquier camino que quisiera y TODO saldría bien. Me sabia inteligente, creativo, líder y lleno de sueños. Todos mis proyectos e iniciativas buscaban cambiar el mundo y crear nuevas situaciones, las cuales eran todas una extensión de quien yo era y como me sentía: cada iniciativa que emprendía llevaba esa paz interior, ese deseo absoluto de hacer cosas importantes y de cambiaran el mundo.  Esa paz y confianza me permitió tomar con total claridad decisiones que dictaron el rumbo de mi vida: Pude decir que no a los trabajos de Banca de Inversión en Merryl Lynch y Morgan Stanley que me ofrecían, ya que no quería vivir mi vida desde una oficina trabajando 100 horas por semana; decir que no a situaciones de drama que aparecían en mi camino y sentir que cada decisión que tomaba, dura o fácil, me llevaba por el camino correcto.

Al pasar el tiempo y poco a poco me alejaba de San Francisco, Palo Alto y el Empire Tap Room, parte de esos sueños iban desapareciendo y gradualmente me iba olvidando de ese sentimiento de paz y de saber quién era. Como todos, empecé a recordar los miedos y temores que han constituido nuestras vidas, y empecé a buscar cada día la seguridad que daba la vida “normal”, a buscar el trabajo seguro, el ahorro seguro, la vida segura. Poco a poco, ese sentimiento de libertad que sentía en el Empire Tap Room fue desapareciendo y volví tal vez a ser el que siempre había sido, alejándome del que realmente soy. Gradualmente viajaba a San Francisco, solo, buscando recuperar esa parte de mí. Era como recargarme de energía, de volver a ser quien yo era. Eran momentos mágicos en los que disfrutaba esa ciudad y a mí mismo como nunca. Pero llegaba el momento de volver y poco a poco, el día a día y la vida “normal” me alejaban de San Francisco, y de quien era yo allí.

Sin embargo en el último viaje que hice a San Francisco, algo poderoso y mágico paso, ya que descubrí que lo que me hacía volver una y otra vez no era San Francisco, ni el Empire Tap Room, sino que volvía buscando al que era yo realmente. Entendí que San Francisco estaba dentro de mí, y no era una ciudad, sino un lugar del alma o del corazón donde sabía quién era, conocía mis deseos y miedos, los enfrentaba, y era capaz de soñar y crear sin temor a nada.

Para liderar desde el corazón se debe tener claro quien se es, conocer sus propios miedos, temores, sueños y fortalezas. Es la única forma de alejarse del Ego y poder buscar liderar sin miedo a ser opacado, liderar sin miedo a ser superado o de construir buscando solo el interés propio, en lugar de construir desde el entender los intereses comunes y buscar concretar el deseo y la visión colectiva. El líder verdadero alienta a todos sus colaboradores a superarlo, a tomar sus sueños, sus conocimientos y sus habilidades y llevarlas al siguiente nivel. Eso es ser líder, buscar que los demás sean mejor que uno y que puedan continuar su legado y que juntos se construya algo más grande que la visión o el deseo individual, es construir desde la suma de capacidades, la cual será siempre más grande que el propio ingenio, por grande que éste sea.

Jim Collins en su libro “From Good to Great” describe lo que él llama el Leader Level Five, que son aquellos líderes capaces de llevar sus compañías de buenas (Good) a sorprendentes (Great) a través del trabajo colectivo y del liderazgo desde el Nivel Cinco. Estos líderes se caracterizaban por su Humildad, y porque buscaban el bien común por encima de su propia gloria. Estos líderes eran capaces de compartir los méritos del éxito y asumían el fracaso como propio. Según Collins, todos estos líderes pasaron por situaciones o experiencias que cambiaron sus vidas y les permitieron conocerse a sí mismos, lo que al final les permitió convertirse en líderes de Nivel Cinco. Por ejemplo, Darwin Smith, CEO de Kimberly-Clarck, sufrió una transformación al Cristianismo durante su  tiempo en la Universidad de Harvard (Harvard Law School). Dos meses después de ser nombrado CEO, se le encontró cáncer en la nariz y en la garganta y los médicos le diagnosticaron no más de 12 meses de vida. Supero el cáncer y vivió 25 años más, 20 de ellos como CEO. Su estilo de liderazgo, constancia y fortaleza personal llevaron a Kimberly-Clark a convertirse en la primera empresa a nivel mundial en productos de consumo masivo de papel, así como a generar retornos de 4.1 veces los generados por el mercado (4.1 x S&P Dow Jones Index).  Ejemplos similares de este tipo de líderes fueron Colman Mockler (CEO de Gillett de 1975 a 1991), George Cain (CEO de Abbott Laboratories de 1974 a 2000) y muchos otros. Todos ellos pasaron por un momento de transformación en sus vidas en donde se conocieron y lograron saber quiénes eran realmente. Esto les permitió tener la humildad, la paciencia y la fuerza interna para convertirse en Líderes de Nivel 5.

Jim Collins relata en su libro que para él, los líderes se dividen en dos tipos: aquellos que nunca podrán ser líderes Nivel 5, y aquellos que tiene la semilla para llegar a serlo. Los primeros son aquellos cuyo ego no les permitirá nunca alcanzar el nivel en el cual sus intereses personales sean relevados por los intereses comunes de la Compañía y sus equipos. Los segundos son aquellos que tienen la semilla, pero que requieren pasar por un proceso de reflexión personal o una experiencia personal que les permita identificar y desarrollar estas características, es decir, convertirse en quienes realmente son.

Si se tiene la semilla para ser este tipo de líder, hay que buscar las circunstancias correctas para entender quien realmente se es y mantenerlo presente en la vida a cada momento.

Alguien me pregunto alguna vez porque escribía mis tweets en Ingles (@arango_juan). Lo hago para recordarme a mí mismo quien soy realmente. Sentirme de nuevo en el Empire Tap Room y forzarme a ver el mundo desde ese mismo lugar, donde TODOS los sueños son posibles y no hay manera de equivocarse en ninguna decisión, porque todo está como debe ser y TODO va a salir bien. “That is why I tweet in English my darling”.

Por esto, para liderar a otros, se debe saber quién se es realmente primero que todo y desde ese lugar, poder liderar e inspirar a otros. Si no han encontrado su propio Empire Tap Room, búsquelo en sus recuerdos; todos tenemos ese lugar en el corazón y desde allí, verán que el mundo se ve diferente, que todo es posible y que el liderar a otros será una tarea reconfortante.

Y tú, ya sabes cuál es ese lugar en tu vida?

Juan F. Arango

Twitter: @arango_Juan

1)       Palo Alto, CA está ubicado a 33 millas al sur de San Francisco. Es la ciudad en la cual está ubicada la Universidad de Stanford.