“No importa de dónde vienes. Lo único que importa es hacia donde te diriges”.
Brian Tracy
Cada final de año, todos tenemos la tendencia de hacer un balance, contar lo positivo y lo por mejorar, y hacer nuestra lista de objetivos y deseos para el año siguiente. En mi caso, este balance incluye un sinnúmero de aprendizajes y valiosas lecciones, algunas de las cuales he querido compartir con ustedes a través de este blog. Lo primero es darles las gracias por haberse tomado el tiempo de leerlo y, al mismo tiempo, de conocerme un poco mejor. Espero que estos blog hubieran sido de alguna utilidad para ustedes.
Al hacer este balance, creo que uno de los grandes aprendizajes para mí es que he logrado identificar que significa liderazgo en mis propios términos. Digo “en mis propios términos”, porque cada uno debe buscar aquella definición o significado que resuene con sus verdades internas, realidades o momento de vida. En mi caso, liderazgo significa en primer lugar hacerme responsable de mi propia vida; este es el paso inicial y clave, para posteriormente, poder guiar a otros hacia la búsqueda de un objetivo. De este modo, el liderazgo presenta múltiples niveles: Primero es el guiarse a uno mismo en la búsqueda de los sueños, aprendizajes y metas (primer nivel de liderazgo), y el segundo es el poder guiar y acompañar a otros en la búsqueda de un objetivo común, ya sea en una familia, en una sociedad, en una empresa o en cualquier grupo (segundo nivel del liderazgo). En todas y cada una de estas situaciones, el líder es el que se conoce a sí mismo, y que desde allí, es capaz de guiar a otros.
Según mi experiencia, existen 16 pasos claves para alcanzar este nivel de liderazgo:
1. Aceptar las cosas de la forma que son: La razón por la cual ésta es la primera ley, es que la mayoría de las personas no aceptamos la realidad como es, nos negamos a ver las cosas como son, y buscamos idealizarlas, viviendo de la realidad como debería ser, y no como realmente es. Mientras idealicemos las situaciones y pensemos en éstas como deberían ser y no como son, no podremos enfrentar la realidad, explorar las posibilidades y decidir cómo cambiarla. La realidad no es como debería y pocas veces lo será, pero cuando aceptamos las cosas como son, tenemos el poder suficiente para cambiarlas.
2. Tomar responsabilidad: Debemos transformar nuestra percepción de la realidad, dejando de lado el sentimiento de ser alguien que es afectado por la realidad o una víctima de las circunstancias, para poder pasar a asumir la percepción de alguien que es responsable por sus actos, sus actitudes, sus pensamientos y sus realidades. Cuando entendemos que la realidad es producto de lo que pensamos, decimos y como actuamos, seremos mucho más efectivos en transformar dichas situaciones y convertir éstas en las realidades que queremos.
3. Trabaje en el que usted quiere ser, no en el que los otros quieren que sea: Para ser líder, es vital conocerse a sí mismo y saber quién se quiere ser: tener una imagen clara del mejor que cada uno puede ser. Con esta imagen, se puede empezar a cambiar cada una de las facetas que se requiere transformar. Nunca se podrá alcanzar este grado de autenticidad preguntándose quien querrán los demás que uno sea, o como querrán los demás que cada uno actúe; solo se puede llegar a este nivel de autoconocimiento y autorrealización descubriendo quien se quiere llegar a ser y cuál es el mejor que uno mismo puede ser.
4. Saque de sí mismo el negativismo: Implica sacar de la mente y de cada una de las actitudes, aquellas voces internas que acostumbran a quejarse por todo. Siempre habrán razones para quejarse, pero esto lo único que hace es alejar el sentimiento de responsabilidad sobre la propia vida. Simplemente, deje de quejarse: si no le gusta algo, cámbielo o acéptelo, no hay punto medio.
5. Construya una imagen poderosa y saludable de usted mismo: Cree una imagen de usted mismo que ame, que le guste, con la que usted se siente a gusto. ¿Pero, que es tener esta imagen propia positiva?, es tener una imagen clara de la persona que se quiere ser (punto # 3) y la búsqueda constante de las características que esta persona debería tener, implementándolas en su vida día a día. Cuando se tiene una imagen de quien se quiere ser, es mucho más factible cambiar las características que no se adaptan a esta imagen.
6. Mueva el punto de referencia adentro de usted mismo: No juzgue si usted es la persona correcta, si dice lo correcto, si hace lo adecuado, si usa la ropa adecuada, si vive de la forma correcta, etc., según lo que los demás creen que es lo correcto, o lo que los demás creen es lo correcto para usted. Cree su propio marco de referencia, uno que resuene con su ser interior, y muévase acorde con dicho marco, sin importar los demás marcos de referencia (sociales, culturales, religiosos, etc.). Cuando haya identificado este marco propio de referencia, usted mismo hará las decisiones que sean adecuadas para la vida que usted quiere, no los demás.
7. Pare de buscar significados e interpretaciones de eventos externos: Los eventos externos pueden tener tantos significados como personas con diferentes marcos de referencia puedan tener sobre dichos eventos. Cuando alguien externo nos desaprueba, podemos simplemente identificar que ésta es la percepción de dicha persona (y dejarla afuera), o asumir que esta desaprobación nos representa, y la interiorizamos, asumiendo esto como parte de nuestra identidad. Pare de hacer inferencias de los demás, lo que ellos opinen no significa que usted lo sea, esto es solo la percepción del otro, no su realidad (no asuma como propias o como pruebas de lo que usted es, aquello que opinen los demás).
8. Elimine el fracaso, aprendiendo de él: Los humanos inventaron el concepto de fracaso, ya que este no es un principio absoluto. El problema es el significado que adicionamos al hecho del fracaso (fracaso = soy incapaz o he fallado). En nuestra cultura, asumimos el fracaso y lo sumamos a nuestro marco de referencia (si fracaso, entonces soy____). Elimine este marco de referencia. Identifique cada acción y reacción que hubiera identificado como fracaso: ¿cuál fue el precio pagado por la lección aprendida?, bajo esta interpretación, encontrará que el precio pagado será siempre mínimo por la lección aprendida. Eso sí, busque aprenderlo de una vez, y no pague por dicha lección múltiples veces.
9. Compare su progreso y aprendizaje solo con usted mismo, no con los demás: Tendemos siempre a compararnos con aquellos que creemos han logrado más que nosotros mismos, por lo que en nuestra comparación, quedaremos por debajo de los demás, subestimando nuestro proceso y progreso. Nunca conoceremos con exactitud los avances o el progreso de los demás, ya que solo vemos los reflejos de esto y hacemos nuestra propia interpretación de dichos reflejos. El único proceso que conocemos en detalle es el nuestro, por eso, solo podemos validar nuestro progreso de cara a que tanto estamos avanzando hacia ser aquel que nosotros mismos queremos llegar ser: este será nuestro único comparable válido. Todos queremos ser ganadores, pero en mi experiencia, hay dos tipos de triunfos: el primero es aquel en el cual usted obtiene lo que quería, acercándose a sus metas; el segundo es aquel en el cual una persona gana y otra pierde. En el primero, usted se puede comparar siempre con donde estaba y donde está ahora, pudiendo ver su progreso; en el segundo, siempre hay un ganador y un perdedor, pero esto no asegura que usted esté evolucionando en el camino correcto, o aproximándose a ser aquel que quiere llegar a ser.
10. Evolucione constantemente y conscientemente: siempre identifique las metas que se quieren alcanzar, y defina cuál es el siguiente nivel. Desde que sea para adelante, aun los pasos de bebe cuentan. Hay tantos niveles para evolucionar, que siempre tendrás nuevas metas y nuevos niveles de satisfacción, progreso y desarrollo por alcanzar. Nunca consideres que lo has alcanzado todo o que eres el mejor que puedes ser, siempre hay un nuevo camino por recorrer.
11. Pare de disculparse: una cosa es aceptar cuando se comete un error, o cuando se toman las decisiones equivocadas, eso no es disculparse, eso es enfrentar la situación, aceptarla y reconocer el error (ser responsable, punto # 1). Disculparse por el otro lado busca excusarnos ante los demás por lo que somos y busca la aceptación de los demás; sentirnos culpables de nosotros mismos para busca la aceptación de los demás. A este tipo de disculpas es a lo que me refiero, a disculparse buscando la aceptación de los demás. Si comete un error, acéptelo, admítalo y siga adelante; en las demás circunstancias, no hay ninguna razón para disculparse.
12. Pare de buscar la aprobación de los demás: Esto implica el parar de pedir el permiso de los demás para hace algo, o para ser quien realmente se es. Esto implica el dejar de hacer cosas para que el grupo social (con sus marcos de referencia) lo aprueba o no, buscando no solo ser aceptados, sino también alcanzar mayor estatus en dicho grupo. Para liderar, hay que tener una imagen saludable de sí mismo, sin necesitar la aprobación de los demás. Esto implica también dejar de dar aprobación a los demás, con el fin de obtener recíprocamente la aprobación del otro (yo te acepto y valido y tú a la vez me aceptas y validas).
13. No sacrifique los objetivos de largo plazo, por la satisfacción instantánea o de corto plazo: Siempre tendremos la tendencia a buscar la satisfacción de corto plazo, y esto toma diferentes formas: un aumento de sueldo en un trabajo que no nos gusta, buscar a alguien por no estar solos, o satisfacer nuestro hambre con una hamburguesa o comida chatarra. En todos los casos, el resultado del corto plazo va en contra de nuestros intereses de largo plazo: el reconocimiento de un tercero a través de un incremento de sueldo va en contra de la realización de buscar nuestro trabajo ideal; sentir un alivio temporal a la soledad al encontrar una pareja, sacrificando los sueños de largo plazo de encontrar una pareja que llene todas nuestras expectativas, o el satisfacer el hambre sacrificando nuestra salud en el largo plazo. Nunca sacrifique sus objetivos de largo plazo, por satisfacer los objetivos o necesidades de corto plazo, no vale la pena.
14. Rodéese de modelos positivos, ya sea en persona, en libros o figuras públicas: Tener claros modelos positivos en nuestra vida nos ayuda a identificar como queremos ser, y que características deberíamos tener para ser ese que soñamos ser, es decir, el mejor que podemos ser. Las personas exitosas se rodean de modelos exitosos.
15. Haga más de aquello que funciona, y deje de hacer aquello que no: insensatez, según Einstein, es hacer una y otra vez lo mismo y esperar resultados diferentes. Por esto, identifique que actitudes, acciones y actividades funcionan en el logro de sus objetivos, y cuáles no, y modifique las mismas de cara obtener los mejores resultados, con el menor desgaste posible. En su libro “Flow”, Mihaly Csikszentmihalyi plantea que la experiencia óptima es aquella que se logra con el menor esfuerzo posible, es decir, aquella que requiere la cantidad de energía exacta: si pones más energía de la que se requiere, encontrarás frustración y aburrimiento, si pones menos energía de la que se requiere, encontrarás estrés y presión. Hacer más de lo que funciona ayuda a estar en el “flujo” de las cosas.
16. Conozca su propósito superior en la vida, y mantenga el rumbo de este: Confucio dijo que el hombre que persigue dos conejos, nunca alcanzará ninguno. Busque cual es el propósito de su vida, y cuando entre en contacto con éste, cada vez logrará clarificar mejor cual es este, lo podrá perfeccionar, lo clarificará y en este proceso, tendrá más poder para guiar a otros y ayudar a otros a lograr identificar sus propias metas y sus propios objetivos. Este será el punto de llegada mayor, en el cual no solo encontrará su camino sino que también podrá ayudar a otros a encontrar el suyo. Cuando encuentre su camino, y no permita que nada lo pueda alejar de éste, ese día tendrá la suficiente fuerza para guiar a los demás hacia el logro de un objetivo superior.
• ¿Mi objetivo superior?, mi propósito superior es la evolución y la creación. Evolucionar, buscando siempre el siguiente nivel, siendo mejor cada día. Creando cosas nuevas (empresas, negocios, relaciones, etc.), siendo co-creador del futuro.
17. Por último, diviértase y disfrute lo que hace: El éxito y la realización personal no puede llegar donde no hay goce, disfrute del que hacer, alegría y si, juego. Solo en estos casos, se puede alcanzar un nivel de motivación tal, que logre superar todas las circunstancias. Además, este sentido de “juego”, nos dará la resiliencia para intentar una y otra vez hasta alcanzar nuestras metas y objetivos.
Ser líder, al final, es ser un hombre y mujer auténtico, alguien que ha encontrado el camino de la realización personal y desde allí, es capaz de mostrárselo a los demás. Son aquellos pioneros que se han auto-descubierto, encontrado su potencial y desde aquel lugar privilegiado, nos invitan a todos a encontrar nuestro mayor potencial, y alcanzar nuestras metas. Esto es ser un líder, sin importar si se es de una empresa de 100.000 empleados, o de una familia pequeña: es descubrir el propio camino y ayudar a los demás a descubrir el suyo.
Juan F. Arango
Twitter: @arango_Juan
Los conceptos plasmados en este Blog no son propios, sino que obedecen a principios y teorías planteadas por múltiples autores, ente ellos: i) “The Man in the Making”, de James Harvey Robinson; ii) “Becoming a Person”, de Carl Rogers; iii) La autobiografía de Benjamin Franklin y iv) “How to win Friends and influence People” de Dale Carnegie.
